Nueva Ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

5 de enero de 2024

Bueno, pues la gran noticia de la semana, sin duda, fue que ya tenemos una nueva ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Después de varios intentos por nombrarla en semanas pasadas dentro del Senado de la República, finalmente fue designada por el presidente de México el 14 de diciembre de 2023.

Entonces, se preguntarán ustedes, ¿qué hace la Suprema Corte de Justicia de la Nación? Pues habría que empezar diciendo que es la cabeza de uno de los tres poderes de la unión: el judicial.

Básicamente, tiene dos funciones: ser la última instancia jurídica en el país, es decir, sus sentencias son la última palabra; y ser el tribunal constitucional de México, es decir, se encarga de la interpretación directa del texto constitucional.

La Corte está integrada por 11 ministros y funciona de dos maneras: en un pleno donde se reúnen los 11 ministros para tomar las decisiones más relevantes; y en salas, funcionando con cinco ministros en cada una de las dos salas, una especializada en temas penales y civiles y otra en asuntos administrativos y laborales.

Hecha esa introducción, tenemos nueva ministra, y su nombre es Lenia Batres Guadarrama. Tal vez la conozcas por ser hermana del actual Jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Martí Batres. Y también, porque, sin duda, su llegada ha causado bastante polémica por tres razones que no son comunes.

Primero que nada, llama la atención, tal vez más como anécdota, la forma en que esta ministra rindió protesta, ya que todos los altos funcionarios del gobierno tienen que rendir una protesta de ley para poder entrar en funciones en sus cargos. La nueva ministra rindió protesta levantando la mano izquierda, hecho que probablemente se deba a que comulga con la izquierda política y recordando su nombre: Lenia, que viene de Lenin, un ruso muy conocido en la historia de ese país, promotor de la Revolución Rusa que trajo algunas ideas comunistas a ese país.

Por otro lado, como segunda cuestión, es la primera vez que el presidente designa directamente a un ministro desde que se reformó la Constitución en 1994, impulsada por el entonces presidente Ernesto Zedillo, que cambió la forma de designar a los ministros de la Suprema Corte.

El mecanismo para designar a los ministros consiste en que cuando haya una vacante, porque un ministro murió o renunció, entonces el presidente debe enviar una terna al Senado de la República, es decir, envía tres personas que él considera cumplen con los requisitos establecidos por la Constitución para que el Senado la apruebe con una mayoría de dos terceras partes de todos los senadores presentes, esto es equivalente al casi 67% de los senadores presentes. Si los senadores no reúnen en votación esa mayoría, se entiende que la terna fue rechazada y entonces el presidente tiene otra oportunidad para enviar otra terna, pero lo interesante es que, si vuelve a ser rechazada, entonces el presidente seleccionará dentro de la última terna que envió al Senado a la persona que será el nuevo ministro o ministra.

La tercera cuestión anormal es que la ministra, cuando acudió a la sesión solemne el 4 de enero de 2024 en la que le pondrían la toga ministerial, expuso un discurso bastante crítico, algo muy fuera de lo común. Fue a señalar varias cuestiones de la Corte ante sus ahora compañeros.

Entre ellas, y tal vez la frase más destacada de todas, fue: “…no tenemos una Suprema Corte subordinada a la Constitución, sino una Constitución subordinada a la Suprema Corte…”.

Va a ser interesante ver, ya no en los dichos ni en los simbolismos, sino en los hechos, en sus proyectos, sentencias y en su actuación como jueza constitucional, cómo se desempeña la nueva ministra "del pueblo", como ella misma dijo que la han llamado.

Dato curioso: la toga que usan los ministros de la Corte es algo pesada porque simboliza el peso de la justicia sobre sus decisiones.

Eso es todo por hoy, hasta luego.