El Presidente AMLO plantea desaparecer Órganos Constitucionales Autónomos.

22 de enero de 2024

El presidente Andrés Manuel López Obrador ha anunciado recientemente una serie de reformas destinadas a eliminar varios organismos u órganos constitucionales autónomos, también conocidos como OCAs.

Tal vez se pregunten, ¿qué son estos órganos constitucionales autónomos? Básicamente, son instituciones del gobierno mexicano que operan de manera independiente de los tres poderes clásicos de la Unión: legislativo, ejecutivo y judicial. Estas instituciones fueron creadas para llevar a cabo tareas especializadas y técnicas que requieren autonomía e independencia en su gestión, manejo y administración.

La razón por la que se llaman órganos constitucionales autónomos es que la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos les otorga directamente la autonomía y los establece como órganos con sus propias leyes que detallan sus facultades.

Se ha argumentado que la existencia de estos órganos garantiza la participación de perfiles más técnicos, alejados de la política. Estos órganos constitucionales autónomos fueron establecidos a partir de la década de 1990, siendo relativamente nuevos. Actualmente, contamos con nueve OCAs, entre los que se incluyen: el Banco de México, el INE, la CNDH, el INEGI, el INAI, la Fiscalía General de la República, el Coneval, el Instituto Federal de Telecomunicaciones y la Comisión Federal de Competencia Económica.

A pesar de la autonomía constitucional de estos órganos, no están completamente apartados de la estructura gubernamental convencional. De hecho, tanto el presidente de la república como el Congreso de la Unión participan en los nombramientos de sus titulares.

Para comprender mejor estos órganos constitucionales autónomos, podemos citar como ejemplos el Banco de México y el INE. Anteriormente, las funciones que ahora desempeñan estas instituciones eran realizadas por el poder ejecutivo a través de sus secretarías, departamentos o dependencias.

Sin embargo, situaciones críticas, como la crisis de los años 90 en relación con la elevada inflación de ese entonces, relacionada con las decisiones de política monetaria que eran tomadas directamente dentro de la esfera del Poder Ejecutivo, llevaron a la creación de una reforma para dotar de autonomía al Banco de México en 1994.

Del mismo modo, derivado de la polémica elección de 1988 en la que se enfrentaron Carlos Salinas contra Cuauhtémoc Cárdenas, donde la Secretaría de Gobernación organizaba las elecciones, resultó en la implementación de una reforma para dotar de autonomía al entonces Instituto Federal Electoral (ahora INE) para asegurar la transparencia electoral y la imparcialidad en la organización de las elecciones.

Recientemente, el presidente de la república ha criticado estos órganos autónomos, señalando que se usan para “proteger a particulares y afectar el interés público” y que son “facciosos, onerosos y antipopulares”; por lo tanto, señaló que están “revisando con lupa lo que hacen estos organismos”.

Es importante destacar que estas críticas se han dirigido principalmente hacia el INAI, el Instituto Federal de Telecomunicaciones y la Comisión Federal de Competencia. No obstante, aún no está claro cómo se modificará la Constitución, si se eliminarán estos órganos, quiénes asumirían sus funciones o si se realizará una reforma que no afecte su autonomía, pero sí los transforme. Estaremos atentos a las propuestas y cambios que puedan surgir derivados de esta noticia.

Nos vemos en otra ocasión, hasta luego.