SEMINARÍN JUDICIAL
Bienvenidos a este apatado, donde les ofrecemos las noticias más destacadas en el mundo jurídico con implicaciones políticas.
SEMINARÍN JUDICIAL
Bienvenidos a este apatado, donde les ofrecemos las noticias más destacadas en el mundo jurídico con implicaciones políticas.
30 de noviembre de 2023
Bienvenidos a su “Seminarín Judicial” donde les platicamos noticias jurídicas con implicaciones políticas.
La noticia de la semana es acerca de la propuesta que ha lanzado el todavía gobernador de Nuevo León, Samuel García, para crear una nueva Constitución, pues la que tenemos “ya está muy viejita”, según lo señaló, lo cual es, por lo menos, impreciso.
El polémico gobernador, que está en medio de una crisis pues se ha negado a reconocer que el Congreso de su Estado designe al gobernador interino en lo que dure su licencia, ha salido a hacer campaña y dentro de esta ha lanzado dicha propuesta.
Si bien la Constitución vigente fue publicada en 1917 no es la misma, esto debido a que ha sufrido muchísimas reformas. Es, de hecho, una de las más reformadas. Por ejemplo, si se compara con la de los Estados Unidos de América, esa solo tiene 27 enmiendas, mientras que la mexicana ya está por llegar a las casi 800 reformas.
Sin embargo, sí hay ciertos artículos de la Constitución que permanecen inalterados desde 1917, pero son los menos y más bien se refieren a cosas que son complicadas o innecesarias de reformar. Por ejemplo, el derecho del pueblo de cambiar su gobierno o que el ejecutivo se deposita en un Presidente y el legislativo en un Congreso.
Hacer una nueva constitución sería un proceso muy complicado. Para muestra les pongo de ejemplo el proceso chileno para crear una nueva Constitución. Un servidor tuvo la fortuna de, mediante un intercambio cultural de mi universidad, irme a Chile este año. Precisamente, yo elegí ese país para estudiar lo que había pasado, pues se me hizo muy curioso que, en general, si uno ve a los países, ya no hay una tendencia por hacer nuevas constituciones.
Cabe destacar que la idea es reciclada pues el gobernador de Nuevo León encabezó los esfuerzos para que hubiera una nueva Constitución en ese Estado. Sin embargo, ni las constituciones ni las leyes hacen magia. De hecho, y si algo nos enseña el caso chileno, puede ser que incluso creen más conflictos. Les voy a platicar un poco de lo que ha pasado allá en Chile.
Desde hace mucho tiempo, se ha querido cambiar la constitución en aquel país. Una de las razones es que la que tienen fue publicada por el dictador Augusto Pinochet, sin embargo, ya no es la misma, pues también ha sido reformada en varias ocasiones.
Pues bien, una de las propuestas de varios movimientos sociales y particularmente del que llevó al al chileno Boric a ganar la presidencia, fue la propuesta de una nueva Constitución. Lo que, al momento de estar siendo discutido, generó una polarización inmensa dentro de Chile que provocó que, si bien de inicio hubiera unas elecciones en las que ganó el “SÍ” por una nueva constitución, y también ganaron una mayoría de representantes de fuerzas políticas a favor de esto con ideologías afines a la del Presidente chileno.
Al momento de votarse proyecto de Constitución el año pasado, ganó el “NO”, generando una contradicción, pues se había votado por el “SÍ” a una nueva Constitución, entonces, ¿qué falló y por qué no se aprobó el proyecto?
Hay muchas explicaciones, pero sin duda eso está generando una polémica enorme. En donde, por un lado, pareciera que el pueblo chileno ya no está interesado y ya no compran la idea de una nueva constitución como algo que realizaría cambios profundos.
Ahora se encuentran en un segundo intento. En el cual se volvió a elegir a una serie de representantes para redactar un nuevo proyecto y ya no ganó la mayoría que encabezaba ese movimiento, sino que las cosas se invirtieron. Ganó una mayoría de los que rechazaban hacer una nueva Constitución, es decir, una mayoría del partido republicano cuyo líder de bancada declaró que Pinochet “fue un estadista”.
Básicamente, este movimiento se convirtió en la peor pesadilla de los que pugnaban por una nueva Constitución. Y ahora, el 15 de diciembre, se hará una nueva votación para ver si este segundo proyecto es aprobado o rechazado.
Está por verse, pero es muy impresionante todas las consecuencias jurídicas, políticas y sociales que puede generar una cuestión como plantear una nueva Constitución. No es algo que se debe tomar a la ligera.
Nos vemos en otra ocasión, hasta luego.